Reflexiones submarinas: la música en las décadas de 1960 y 1970 fue un producto de marketing y consumo.
En la actualidad y sobre todo en periodos hodiernos, hay una corriente inatajable en la que discurre el ímpetu imperecedero de crear un fuerte énfasis en contra del imperialismo y la geopolítica capitalista, sobre todo en bandas de la era clásica, un hecho errado en toda su cerrazón.
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Elemento de una afligida plutocracia |
Dicho lo cual, casi la íntegra totalidad de las bandas del entonces, sobre todo de la contracultura alucinógena y el posterior avance progresivo iban en contra de los valores hippies, ya no sólo conforme a la economía, sino la sociedad y sus dogmas, a pesar de que el sistema educacional que recibieron los integrantes de ambas generaciones en parangón con la masa de civiles común no fue demasiado discordante.
Debemos de quitar ya la etiqueta personal y totalmente subjetiva del proceso y acto antagónico que se vincula con la propiedad privada y la libertad de mercado en el vasto imperio de la música, y aún más, en la década de oro de 1970, sucesos que reflejan un pensamiento romántico, o incluso peor, una sublimación indocta del comunismo, el cual rige de manera fehaciente y consensuada en ciertos países muy exiguos lo largo del globo terráqueo.
Cualquier banda del género de géneros y así como cualquier conjunto ligado a la década citada, creaban armonías para su propio beneficio... Con el único objetivo de poder subsistir dentro de un redil, donde el más popular es que el se lleva los logros y grandezas que trae consigo el subsidio de los grandes sellos discográficos.
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La música y el capitalismo un dueto inherente |
¿Y en qué se transforma todo eso?, dinero, porque la industria de la música era y es destinada a la obtención de bienes en unidad de cuenta y depósito de valor... Cuanto más mejor, y cuanto menos peor.
De hecho en el momento que el aporte monetario era escaso, todos los conjuntos se desintegraban, dejando consigo un largo letargo de lucha, sudor y supervivencia... de ahí, surgió el punk y todos los movimientos en contra del neocapitalismo, que no es sino, el apelativo correcto a lo que se refieren los anti-sistemas, una corriente polarizada totalmente en boga a lo afirmado erróneamente como descripción idealizada de las grandes décadas que nos conciernen.
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Los 70s y el capitalismo... |
Un claro ejemplo que nos pueden aclarar las dudas: ¿Por qué Jefferson Airplane, una de las bandas tótem de la psicodelia, estuvieron vigentes ininterrumpidamente en los circuitos desde 1965 hasta 1973?, claro y conciso, porque les daba ingentes cantidades pecuniarias...
¿Y por qué gran parte del elenco siguieron pilotando el aeroplano, pero ya con otros apelativos y múltiples cambios musicales adaptándose a la moda y proscenios del momento?... No hace falta decir nada más ¿no?.
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Money and life in the 70s. |
¿Es posible huir de la nueva ordenanza?, yo creo que no, y quien lo hace puede caer en el receloso y comprometido juego de la marginación... hay que vivir, y para vivir hay que trabajar para obtener los recursos para poder lograr tener ya no sólo las necesidades básicas y físicas (comer, vestir, etc.,), sino, todas las adquisiciones que una persona desea a lo largo de su vida, que suelen ser muchas, porque el ser humano por naturaleza es materialista y consumista, rasgos que no implican perder el misticismo y la espiritualidad del ser supra-consciente, ambos ámbitos son paralelos y totalmente sincréticos.
La vida es corta, y de vez en cuando un capricho personal no implica perder la unción del misticismo, es totalmente simultáneo, tan sólo se trata de equilibrar la balanza, lance cabalmente connatural al homo sapiens, ya desde la antigüedad el humano ostentaba objetos preciosos y una veintena de amuletos para su propio regocijo. Ni blanco, ni negro, un término medio, lo demás es adoctrinamiento insensato, una instrucción intransigente.